A propósito de la popularidad alcanzada por la cinta mexicana “Presunto culpable” quizá no por méritos propios, sino por la situación mediática alrededor de la misma, es que considero importante dedicar algunos minutos para hacer un par de reflexiones sobre los hechos recientes.
1. En primer lugar, es preciso mencionar que no es mi intención demeritar de ninguna forma a la película en sí, ni a su director o productor. Al contrario, lo valioso de la misma radica en el hecho que deja al desnudo un hecho que a todos los mexicanos debe de preocupar: el lamentable estado en que se encuentra la administración de justicia en nuestro país. En la cinta se culpa a un ”presunto inocente” de haber sido el autor de un delito, cuando las pruebas mostradas en su contra, no eran contundentes. Lo más importante y preocupante de todo, es cuando nos hacemos la pregunta de ¿Cuántos cientos o miles de casos más existirán como éste? ¿Cuánta gente está purgando condenas por delitos que no cometió?
El sentimiento de impotencia generado se convierte en irritación, por decir lo menos, cuando las noticias informan que un delincuente por todos conocidos sale absuelto o ha sido condenado a pasar sólo algunos meses en prisión y ya libre, vuelve a hacer de las suyas.
Por esto, es necesario que como sociedad nos preocupemos por mejorar el sistema de justicia en el país. Generalmente experimentamos una indiferencia ante las fallas en el sistema judicial, hasta que nos toca enfrentarnos a vivir en carne propia situaciones de este tipo.
2. En segundo lugar, he de referirme a la determinación de la juez Blanca Lobo Domínguez, de suspender la exhibición del documental, la cual obedeció a la petición de Víctor Daniel Reyes, cuya defensa argumentó que se violaba el derecho a la privacidad de su cliente, quien no había autorizado, que su persona apareciera en la cinta. La juez arguyó que se violentaban derechos fundamentales de Víctor Daniel, quien es primo de la víctima y testigo de la agresión que causó la muerte de Juan Carlos Reyes Pacheco.
La determinación de la juez fue interpretada por muchos como un acto de censura por el hecho de que la cinta evidencia, como mencioné anteriormente, las deficiencias en el sistema judicial.
3. El día 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, las Ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, salieron en defensa de la Juez Lobo. Tanto Beatriz Luna Ramos, como Olga Sánchez Cordero, dieron un espaldarazo a la juez. El hecho podría entenderse como un acto de apoyo, sobre todo por la importancia de la fecha. Sin embargo, los alcances del hecho van más allá del simple apoyo. Eventualmente, el caso podría llegar a instancias de la Suprema Corte de Justicia, y las Ministras ya han tomado una posición pública. Este hecho debería inhabilitar a ambas ministras para que pudieran ser parte de la hipotética deliberación.
4. Posteriormente, un Tribunal Colegiado revoca la decisión de la Juez, aludiendo que el interés de la sociedad está por encima del interés de un particular y retomando lo establecido en el artículo 6º de la Carta Magna.
Sea cual fuere la decisión final, lo importante aquí es lo que se puede lograr a partir de todo este asunto. Es necesario implementar todo tipo de acciones para garantizar que todo procesado tenga un juicio justo, que tenga una defensa adecuada que en todo momento le asista. Que no se incrimine a nadie por su estatus social. Qué, cómo dice la legislación, en caso de duda, se absuelva al inculpado.
En la próxima entrega, comentaremos sobre la reforma fiscal propuesta por el Senador Manlio Fabio Beltrones. Hasta entonces.
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