sábado, 9 de abril de 2011

La reforma fiscal



El pasado 10 de marzo, el Partido Revolucionario Institucional presentó por medio del Senador Beltrones, una propuesta de reforma fiscal, la cual entre otras propuestas, pretende aplicar una tasa generalizada del IVA al 16%, con posibilidad de que sea del 13%, si el causante está dado de alta en Hacienda, dejando la tasa cero a algunos alimentos, no procesados y a las medicinas de patente. La lista de alimentos que estarían exentos del pago del impuesto es la siguiente:

  • Animales y vegetales que no estén industrializados
  • Carne en estado natural
  • Tortilla, masa, harina y pan, sean de maíz o de trigo
  • Pastas secas
  • Leche natural y huevo, cualquiera que sea su presentación
  • Azúcar, mascabado y piloncillo
  • Sal
  • Aceite comestible, y
  • Atún y sardinas enlatadas.

De igual forma, pretende reducir gradualmente la tasa impositiva generada por el impuesto sobre la renta, al situarla para el año 2015 en un 25%. Recordemos que actualmente, ésta es del 30%.

Tal como ha sido presentada, pareciera una propuesta atractiva. Sin embargo, todo indica que no prosperará. De entrada, la reducción del IVA del 16 al 13% sólo aplicaría, si se es causante cautivo. Si no se está dado de alta en Hacienda, ésta nunca regresará el 3% de diferencia. Además se necesita tener una cuenta bancaria con tarjeta de crédito o débito, en donde se haría el reembolso.

Ya la propia Secretaría de Hacienda ha dicho que no le salen las cuentas. Pero tampoco debemos confiarnos mucho en lo que dice su titular, recordemos que Ernesto Cordero, afirmó hace un par de meses, que un sueldo de seis mil pesos mensuales permite a una familia mexicana a vivir “casi en el paraíso”.

Lo cierto es que nadie en el país le quiere entrar de lleno a una verdadera reforma fiscal. Por poner un ejemplo:  el mes pasado, Felipe Calderón anunció con bombo y platillo que las colegiaturas en el país podrían ser deducibles de impuestos. No cabe duda de que los tiempos electorales ya comenzaron. Me pregunto, ¿Porqué beneficiar  sólo a aquellos que pueden darse el lujo de mandar a sus hijos a una escuela particular? No habría sido mejor implementar un programa de becas, que permitiera a los mejores estudiantes del país a tener acceso a una educación “mejor”. ¿No sería más justo y democrático?

Lo cierto es que necesitamos ampliar la base fiscal. Hacer que el comercio informal pague impuestos y dejar de sangrar a los causantes cautivos. Pero parece que la única formula que conocen nuestros queridos gobernantes para hacerse de más recursos, es aumentar la tasa del IVA, así, todos pagamos, sin distinción. Pero es un impuesto regresivo, que genera inflación y desestimula el consumo interno. Ah, no olvidemos la otra fórmula que emplean para robarnos, perdón para cobrarnos impuestos, los combustibles. ¿No es gracioso? Si los precios internacionales del crudo suben, las gasolinas en el país también suben de precio, pero si los precios internacionales bajan, aquí, los precios de los combustibles, suben!

Es importante que presionemos a los legisladores para que haya una verdadera reforma fiscal, que esté por encima de los tiempos electorales y tenga una visión a largo plazo, que posibilite al país crecer en el PIB a tasas superiores a la inflación, que fomente la inversión interna y extranjera, que propicie la generación de nuevos empleos bien remunerados y que reactive la economía nacional.

¿Será tan difícil?